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El material de las mascarillas cambia sus propiedades cuando se moja y su capacidad de filtración se puede ver afectada. Por eso no se han de mojar.
Es recomendable cambiar de mascarilla quirúrgica cada cuatro horas, estén mojadas o no. “Esto se debe a que con el tiempo van perdiendo eficacia y además debido a la humedad que se produce por la respiración favorece el crecimiento de microorganismos y la posibilidad de que en vez de protegernos, se conviertan en una fuente de infección”.
Por un lado la OMS nos recomienda dejarlas secar antes de volverlas a utilizar en caso de que se mojen.
Por un lado, los investigadores muestran que con el tiempo la penetración aumenta, es decir, la capacidad de filtración disminuye.
Por último, los fabricantes dicen que tires la mascarilla cuando esté sucia o mojada, lo que implica de forma no explícita que no aseguran que los materiales mantengan la eficacia de filtración se mantenga cuando se mojan.
Es evidente que la mascarilla debe de mantenerse alejada de cualquier foco de infección, no debemos de tocarla, salvo lo imprescindible.
Un gesto muy común, cuando dejamos de usarla, bien vayamos a comer, limpiarnos la cara o cualquier otra acción que requiera quitárnosla, es apoyarla en cualquier superficie, una mesa, una carpeta, meterla en un bolsillo.
Las mascarillas deben de estar aisladas de cualquier fuente de infección o suciedad, puesto que son dispositivos higiénicos, que nos aíslan de partículas infecciosas.
Pero sin un buen cuidado, se vuelven en justo lo contrario, un caldo de cultivo para las bacterias que respiramos cuando las volvemos a utilizar.
No es recomendado fumar usando la mascarilla, ya que interiormente dejaremos partículas de nicotina y alquitrán, entre otras sustancias, que deteriorarán las propiedades de la mascarilla.
Lo primero es disponer de una bolsa hermética, tipo zip o alguna de las soluciones comerciales, como los estuches para mascarillas, que nos permiten aislar y guardar en cualquier lugar nuestro sistema de protección respiratoria.
Debido a la llegada de las estaciones frías y lluviosas y siguiendo el hilo de este artículo, es recomendable llevar, al menos, una mascarilla de repuesto, con ello evitaremos que cualquier accidente, como por ejemplo, que se nos moje o se nos caiga, podremos sustituirla por otra nueva.
Como hemos comentado en el producto anterior, sería aconsejable, llevar los repuestos aislados en una bolsa cerrada o estuche.
Finalmente, nuestros hijos ha podido volver a alguna de sus rutinas, como la vuelta al cole. Pero también sabemos que, como niños que son, no se paran en los detalles de cuidar su material de protección respiratoria, así como su desinfección de manos, etc.
Por eso hemos creado unos PACKs de colegio, donde se incluyen mascarillas y productos de desinfección, en una bolsa herméticamente cerrada, para su transporte en la mochila.
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